«Miradas de seducción» de Gerardo Guiza Lemus

La primera vez que Gerardo Guiza Lemus (Puruándiro, México, 1957) trabajó con la Editorial Fontamara fue cuando debutó con su novela, «Quizás no entendí», hace 25 años. Desde aquel entonces, Fontamara ha sido la casa del escritor al publicar gran parte de su trabajo, especialmente el dedicado al tema homoerótico y el estudio de la masculinidad.

En «Miradas de seducción» el propio Gerardo Guiza Lemus es el protagonista de los siete relatos que conforman el libro. Los textos se presentan a sí mismos como cuentos, pero obedecen más una serie de crónicas de viajes. Son las aventuras alrededor del mundo de un hombre de mediana edad que descubre y se asombra del coqueteo de otros hombres en lugares tan disparejos como Puerto Vallarta, Monterrey, Suiza o Estambul.

Uno de los atributos más destacados de estas crónicas es que Guiza Lemus consigue algo difícil de generar en las narrativas de lo cotidiano, que a veces naufragan en el tedio al querer navegar por el mar de la monotonía. En «Miradas de seducción» el narrador logra generar curiosidad; forja un vínculo de intimidad con el lector y lo engancha de manera sutil hasta convertirlo en su cómplice explorador. Juntos miran el mundo, la fascinación de un personaje, a veces melancólico, esplendido, pero siempre pensativo. Un narrador adulto que ama como adolescente y es tan fiel a sus creencias religiosas como a los horóscopos. El Gerardo protagonista de las historias no tiene miedo de perderse en países desconocidos y aprender los códigos de flirteo de los muchachos que se topa en las calles de Alemania, los bares en Buenos Aires o algunos baños de la Riviera Maya.

Pero el narrador no es solamente un curioso espectador, también es un filósofo incisivo; cuestiona la edad y la frialdad de la juventud que va de cuerpo en cuerpo sin comprometerse a nada. El Gerardo de las crónicas tiene la certeza de lo duro y complicado que es llegar a la adultez siendo homosexual y encontrar alegría en ello.

En la crónica “Los chicos del sur”, dedicada a un centro penitenciario de la Ciudad de México, donde el autor fungió como educador en salud sexual y prevención del VIH, nos adentramos de un modo realista y desprejuiciado en la vida de los internos. Gerardo comparte su conocimiento con los jóvenes ansiosos de sexo, pero doblemente preocupados por el espacio represivo que habitan y los peligros que su sexualidad corre. Hay ahí secuencias tan simpáticas como humanas: una pareja de chicos le pide un condón a Gerardo y él no puede regalárselo; no está permitido ingresar al penal con ello. Las cosas mundanas del exterior no penetran al sitio de los que han sido privados de su libertad. Sin embargo, el narrador de «Miradas de seducción» nuevamente es capaz de conseguir satisfacción por ello, al hacernos entender que la pareja de varones pudo confiar en él su secreto y así descargar por un rato la difícil tarea de disimular.

MIRADAS DE SEDUCCIÓN de Gerardo Guiza Lemus. Año de publicación: 2019. Edición de la reseña: Editorial Fontamara, 2019. 126 páginas. ISBN: 978-607-736-602-7

 

3 COMENTARIOS

  1. Muchas gracias querido Luís por tu inspiración para realizar la reseña sobre mi libro: Miradas de Seducción. Me entusiasma la apreciación que tienes y sientes sobre la lectura de los cuentos y crónicas que en él relato. Leerte también me ayuda a descubrirme en tus palabras. Tu labor como difusor de la obra de otras personas como yo es invaluable. Deseo que nunca dejes de ser tan creativo y productivo. Te dejo un sincero y grande abrazo con el deseo de que seamos amigos por siempre. Gerardo.

    • ¡Gracias, Gerardo, por tus palabras! Un gusto coincidir en esta vida. Me alegra saber que la reseña te gustó. ¡Sigue deleitándonos con tus libros!

  2. Muchas gracias querido Luís por tu inspiración y esfuerzo para socializar el libro Miradas de Seducción. Te abrazo con enorme afecto y deseo mucho éxito en todos los aspectos de tu vida.

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