Luis Zapata (Chilpancingo, 1951- Ciudad de México, 2020) construyó en 1979 una novela capital en la literatura mexicana. Adelantándose varios años a la ensambladura teórica de las características performativas del género y combinando tragos de novela picaresca, sorbos de naturalismo y destilados de la generación beat. Retrato (real y onírico) del mundo homosexual del México D.F. -hoy, Ciudad de México- de finales de los años setenta del siglo XX, «El vampiro de la colonia Roma» es el monólogo crudo y festivo de un joven prostituto doblemente oprimido (por su baja clase social y por su homosexualidad) que apunta a la yugular de la heteronormatividad para sumirnos en un fascinante baile (también estilístico) entre gayos (homosexuales) y bugas (heterosexuales).
Una dulce y punzante cadencia hipnótica atrapa al lector que decide adentrarse en los dominios de «El vampiro de la colonia Roma». Escrita sin mayúsculas, sin puntos y sin comas y ensamblada en torno a la grabación de siete cintas en las que un muchacho proletario de 25 años (Adonis García) departe principalmente sobre sus andanzas y encuentros con otros hombres en la capital de México cuando languidecen los años 70 del siglo pasado, la novela de Luis Zapata envuelve en celofán queer -mucho antes de que se debatiera académicamente sobre ello- el núcleo principal de la picaresca. A saber: protagonista antihéroe (en este caso un «puto» por partida doble: en su acepción de homosexual y en la de hombre que cobra por sexo) que gracias a la astucia gana la batalla a la sociedad que lo discrimina. De hecho, cada uno de los capítulos (transcripciones) de «El vampiro de la colonia Roma» se abre con una cita de una obra cumbre del género picaresco: de «El lazarillo de Tormes» a «La vida inútil de Pito Pérez».
Deambular impúdicamente junto a Adonis García por la cartografía erótica y homosexual de los barrios y colonias del D.F. cuando los 80 y el cataclismo del VIH todavía eran una pesadilla inimaginable, supone un ejercicio literario honestamente crudo y de gran calado formal. Tanto que, en el momento de la publicación de la novela, la dimensión revolucionaria y el empaque vanguardista del vampiro se vieron menguadas por el escándalo y la recepción de una sociedad (tremendamente) machista que asistió atónita al estallido de un meteorito literario único. Una creación sideral que además venía refrendada por el premio Juan Grijalbo de novela de 1979.
Obra de encrucijadas (entre «las locas» y «los activos»), cruces (entre «lo homosexual» y «lo heterosexual» que Adonis asigna a una cuestión de mentalidad y actitud y no a una conducta sexual; avanzándose o quizá siendo testigo de la plasmación práctica de la construcción del género) y radiografías envenenadas (en los Baños Ecuador todas las clases sociales se mezclaban con pasión), «El vampiro de la colonia Roma» se alimenta de la sangre de la literatura mayúscula para perdurar a través de los siglos como uno de los libros indispensables de la cultura LGTBIQ+.
EL VAMPIRO DE LA COLONIA ROMA de Luis Zapata. Año de publicación: 1979. Edición de la reseña: Editorial DEBOLSILLO, 2019. 200 páginas. ISBN: 9786073182027