Hace 20 años, «Al diablo la maldita primavera», la novela del entonces desconocido Alonso Sánchez Baute (Valledupar, 1964), sacudió a un país todavía enclosetado. Tras haber ganado uno de los premios más importantes de literatura en Colombia (Premio Nacional de Novela Ciudad de Bogotá 2002), el autor debutó en el firmamento literario con una estrambótica historia protagonizada por un chico gay y transformista.
Una anécdota sencilla en apariencia, narrada por el inolvidable Edwin Rodríguez Buelvas quien aspira a convertirse en la mejor drag queen de Colombia. Pero no solamente se trata de otro libro sobre travestismo. Edwin, a pesar de habitar las zonas turbias de Bogotá o los clubs nocturnos de Nueva York, es un chico ilustrado; un gay cultísimo, algo malicioso, un verdadero antihéroe capaz de usar su conocimiento en contra de sus enemigos. Edwin arma y desarma a sus rivales con la palabra, mientras que Sánchez Baute da una lección de la narrativa oral propia de algunas grandes novelas gays en español, como «El vampiro de la colonia Roma» del mexicano Luis Zapata. Aunque la tonalidad de «Al diablo la maldita primavera» se parece más al carácter de «La virgen de los sicarios«, donde Fernando Vallejo confecciona sabiduría y blasfemia para engendrar su crítica.
En «Al diablo la maldita primavera» la inteligencia de Edwin no solo es un pretexto para dejar salir la fanfarronería de una cultura libresca; el personaje emplea esa capacidad de reflexión viperina para provocar debate y, en una suerte de flujo de consciencia, pone sobre la mesa los distintos temas o tópicos de una cosmovisión gay; que van de la enfermedad al delito, de la religión al matrimonio, del sexo al amor y la política, para soltar cuestionamientos fuertes que lo hacen, y nos desnuda como lectores, repensar la condición del homosexual en sociedad y los derechos que han sido negados.
“Pueden decir lo que quieran de mí, que soy un marica, que soy una arpía, que soy medio amargado, que qué se yo qué diablos dice la gente sobre mí, pero lo que nunca jamás podrá decir nadie es que he manejado mi vida con deshonestidad, porque el que es deshonesto para ocultar sus gustos sexuales lo es también para robar y para matar y para mentir y para hacer lo que le dé la gana, y que nadie venga a quejarse después, que es lo peor, porque ha sido la misma sociedad la que nos ha enseñado a vivir en este mundo de apariencias, porque es ella la que prefiere que un hombre se case con una mujer y traiga hijos a este mundo mientras recorre las calles diariamente buscando pollitos que se la mamen”.
Alonso Sánchez Baute hace un gran trabajo para conservar el ritmo de la novela a lo largo de sus capítulos salpicados de referencias pop de la época y marcados por la muerte de algunos iconos LGTBI como el diseñador Gianni Versace o Lady Di. Edwin no deja de maniobrar con su humor desparpajado y glamuroso, como un hábil jugador de futbol que arrebata el balón cada que lo pierde, los puntos de su historia sin dejar recovecos. Con la boca llena de mentiras, concibe una realidad verosímil, fundamental en la retórica gay popular. Pues, la verdad en boca de las dragas es la fantasía exagerada de sí mismas.
«Al diablo la maldita primavera» ofrece un protagonista disruptivo y ambicioso, no solo para ese cuasi lejano 2002, sino para el año actual en el que la efervescencia, no solo de la cultura LGTBI sino del fenómeno drag queen internacional, ha padecido la guillotina de la corrección política que ha catalogado a los personajes de la diversidad como seres poco complejos y carentes de profundidad más que la buena conciencia. Edwin Rodríguez Buelvas es incorrecto, cancelable, es muchas cosas, menos débil; encara la adversidad sin pedir disculpas. Poderoso, elocuente, emocional, sumiso obsesivo dominante y, especialmente, ultra amanerado: representa con dignidad la forma de pensar de una comunidad que, sabiéndose parte de un grupo segregado, usa la diversión como bandera.
Este libro de principios de siglo representa un puerto importante de las letras hispanoamericanas, es un clásico de la denominada literatura queer en español. «Al diablo la maldita primavera» de Alonso Sánchez Baute es una novela que, al sonido de las carcajadas, arriba y debajo de los tacones, con y fuera de las pelucas, sigue reivindicando el placer de solo existir. Felices veinte años.
AL DIABLO LA MALDITA PRIMAVERA de Alonso Sánchez Baute. Año de publicación: 2002. Edición de la reseña: Editorial Planeta Colombiana, 2022. Edición conmemorativa 20º aniversario. 269 páginas. ISBN: 978-628-00-0352-8