Los 10 mejores libros LGTBIQ+ en inglés de 2022

Escritores negros que no pueden respirar. Feministas transexcluyentes al acecho. Indígenas queer capturando el pulso emocional de su comunidad. Homosexuales viejos en una Norteamérica crepuscular. Mujeres queer empoderadas presentando mociones de censura a la sociedad que las constriñe. Profesores de salud pública gays interrogándose sobre la pertenencia. Gays bien posicionados descendiendo a los infiernos. Madres valientes armando nuevas familias. Pódcast que retruenan siguiendo la estela de malvados homosexuales. Y voces hermosas, sinceras y sentidas de la comunidad queer latinx. Todes nos han acompañado en nuestra mesita de noche, butaca de lectura o dispositivo electrónico. Es momento de recapitular... ¡Menudo año!

2022. El año del diluvio. Tanto por la cantidad de libros publicados (si siempre son injustas las listas, este año mucho más) como por la lluvia de géneros que (ya era hora) riegan todas las historias LGTBIQ+ que han visto la luz en los últimos doce meses. Por fin la industria editorial de habla inglesa ha comenzado a quitarse el chubasquero y se ha dejado impregnar del chaparrón de propuestas que perfilan la diversidad de la comunidad LGTBIQ+. El mercado literario todavía no nos ofrece un retrato completo en gran angular (la tarea es ingente) pero se vislumbra voluntad. Se aleja el riesgo de la uniformidad pero asoma el peligro de que algunas obras excelentes se pierdan en la tormenta: al menos tenemos en mente otras diez novelas que merecerían estar en esta lista.

Pero la elección está hecha. Estos que vas a encontrar a continuación son los 10 mejores libros LGTBIQ+ en inglés de 2022 según Un Cuarto Oscuro. Si todo fluye como es debido, la mayoría tendrán traducción al español en los próximos meses o años. Quizá alguno se quede por el camino. Pero siempre podremos adentrarnos por sus páginas en su idioma original. Porque aquí (no somos malos, nos dibujaron así) no entendemos la fidelidad a nuestra lengua materna como una relación monógama. Mummy don’t know daddy’s getting hot / at the body shop, doing something unholy. Pues eso, que comience la profanación…


High Risk Homosexual de Edgar Gomez

10.

«High-risk homosexual» de Edgar Gomez

(Soft Skull, 2022)

El primer libro de Edgar Gomez (Florida, EE.UU., 1992) es una muestra brillante del potencial creativo y la capacidad reflexiva de la nonfiction. Presentado como un mural de recuerdos articulado en torno a la cultura latina de Norteamérica -a la que «High-risk homosexual» interpela de manera directa y sincera situándola frente al espejo del machismo, la homofobia y la transfobia-, el tour de force emocional de Edgar Gomez sorprende por su frescura y su autenticidad.

La grandeza de «High-risk homosexual» (la denominación que aparece en los formularios médicos que evalúan la idoneidad de la dispensación de PrEP) se cimenta en sus coordenadas excéntricas respecto a las narrativas del sufrimiento o a los relatos impregnados de alegría que definen buena parte de la producción literaria actual. Edgar Gomez se sitúa en un punto medio aristotélico que le permite parir un fresco divertido y triste al mismo tiempo (el libro termina con una mención directa a cada una de las personas LGTBIQ+ asesinadas en el Pulse con las que tantas noches había compartido) que escanea nuestras miserias.


Bad Gays a homosexual history de Huw Lemmey y Ben Miller

9.

«Bad Gays. A homosexual history» de Huw Lemmey y Ben Miller

(Verso Books, 2022)

Basado en su pódcast homónimo (del que ya han producido cinco temporadas fascinantes), Huw Lemmey y Ben Miller han volcado en papel lo que ellos mismos califican en la introducción de «Bad gays. A homosexual history» como un proyecto de desmitificación y un acto de amor. Porque repasando la vida y los engranajes sociales de un gran puñado de villanos y sátrapas gays (del emperador Adriano a Pim Fortuny pasando por Lawrence de Arabia o Yukio Mishima) y adentrándonos en sus miserias, configuran una lúcida reflexión sobre las dinámicas de poder, el asimilacionismo, el esencialismo y la imbricación entre extractivismo social y sexualidad. Llegó el momento de recuperar el legado de los malvados después de décadas ensalzado las virtudes de los héroes.

Más allá de huronear en la trayectoria de los 14 personajes que conforman el libro, Huw Lemmey (cuya primera novela –«Chubz: The Demonization of My Working Arse» (Montez Press, 2016)- ya supuso un golpe en toda regla al buenismo) y Ben Miller desgranan la identidad contingente de la homosexualidad y lanzan un mensaje fundamentado, detallado y esperanzador. Solo a través de la solidaridad y la alianza entre revueltas y luchas será posible la liberación.


The other mother de Rachel M. Harper

8.

«The other mother» de Rachel M. Harper

(Counterpoint, 2022)

Rachel M. Harper (Boston, 1972) revolotea alrededor del concepto de familia para brindarnos una historia que se desenvuelve a lo largo de varias décadas en un roman-fleuve queer plagado de personajes inolvidables y embastado por una prosa luminosa y fluida. Lo que en apariencia comienza siendo un viaje (metafórico y físico) a los orígenes acaba convirtiéndose en el trampolín desde el que configurar el futuro. Jenry Castillo es un joven pianista criado por Marisa, una madre soltera proveniente de una familia de inmigrantes cubanos. El talentoso artista abandona Florida para comenzar su primer curso en la Universidad Brown; vicisitud que le llevará a indagar sobre su padre biológico (Jasper Patterson), un reconocido bailarín de ballet negro fallecido en un desdichado accidente a quien su madre conoció mientras estudiaba allí.

Discurriendo por los meandros del perdón, el silencio, la homofobia, la creación artística y la bondad, «The other mother» nos demuestra cómo es posible desmontar en un libro el esqueleto teórico del antisentimentalismo gracias a una narración portentosa (una suerte de telenovela total del siglo XXI) que expande su potencial político y ético más allá de su apariencia ingeniosa de page-turner adictivo.


Just by looking at him de Ryan O'Connell

7.

«Just by looking at him» de Ryan O’Connell

(Simon & Schuster, 2022)

Mi novio Gus tiene un pene precioso. Es grande y grueso sin ser demasiado grande ni demasiado grueso. Con estas dos frases (¿falocéntricas?) inicia Ryan O’Connell (EE.UU.,1986) una novela -su segunda incursión editorial después de «I’m Special: And Other Lies We Tell Ourselves» (Simon & Schuster, 2015)- que podría pasar como otra representación más de los estereotipos del capitalismo tardío sobre el hombre cis gay blanco pero que en manos del guionista televisivo y creador de la serie «Special» (Netflix, 2019-2021) deviene un exhaustivo, tierno e interesante retrato de aceptación y reformulación.

El protagonista de «Just by looking at him», Elliott, es un exitoso guionista de televisión bien posicionado al que parece que la vida trata de manera amigable y amable. Pero detrás de ese parapeto encontramos a un ser humano que lidia con una adicción al alcohol, vive con un grado de parálisis cerebral y enciende una pira de sexo pagado que puede arrasar con todo. Los días de vino y rosas planean sobre Elliott como un buitre hambriento. El acierto con el que Ryan O’Connell baraja sarcasmo con ternura y diversión con introspección espanta cualquier resquemor previo sobre la conveniencia de otra historia más que parece alimentar el discurso dominante en la comunidad LGTBIQ+. Prejuicio superado. Con el tiempo todo se vuelve aburrido, señala Elliott. Con novelas como esta, todavía no.


The town of Babylon de Alejandro Varela

6.

«The town of Babylon» de Alejandro Varela

(Astra House, 2022)

Alejandro Varela dedica «The town of Babylon» a los que nunca fueron bienvenidos/as. Y no hay que esperar a acabar sus 300 páginas para entender por qué. Forjado en los relatos cortos, el escritor norteamericano de origen latino delinea en su ópera prima un extraordinario mapa argumental atravesado por infinidad de arcos narrativos que topografían de manera incisiva e implacable el relieve social y político de temas mayúsculos: el origen étnico, la pertenencia de clase, la homofobia o la salud mental. Ni más ni menos. Su prosa gira, afilada, en torno a la historia de Andrés, un profesor de salud pública latino y gay que vuelve al extrarradio de la gran ciudad donde creció para cuidar a su padre enfermo.

«The town of Babylon», finalista del National Book Award, es una inmersión sin concesiones por la sensación de desorientación de quienes vuelven a las afueras que abandonaron (tanto físicas como mentales) y por el atrevimiento de dirimir críticamente las vergüenzas de la sociedad estadounidense. Desde ahí, con las coordenadas vitales volatizadas (en los últimos meses, he llegado a una conclusión importante: no soy de ningún sitio. Ya no soy de aquí. No soy de allí), Andrés protagoniza una conmovedora historia de amor que acentúa el pleno convencimiento de que solo la pertenencia a la comunidad, la galvanización de los vínculos sociales y la manera en la que concebimos nuestras ciudades puede curarnos frente a las estructuras económicas devastadoras. Elegía del zoon politikón.


All this could be different de Sarah Thankam Mathews

5.

«All this could be different» de Sarah Thankam Mathews

(Weidenfeld & Nicolson, 2022)

Sarah Thankam Mathews emigró a los EE.UU. cuando tenía diecisiete años después de haber pasado sus primeros años de vida entre la India y Omán. Allí se encontró con un país que iba a sufrir una crisis financiera espoleada por las hipotecas subprime y que cristalizaría en una seria recesión que duró (dura) varios años. En mitad de esa depresión económica, en 2013, sitúa Sarah su primera novela «All this could be different» que, como la obra de Alejandro Varela, también ha sido finalista del National Book Award. El radiante libro de una de las sensaciones literarias del año en Norteamérica sigue los pasos -con un estilo irreverente e ingenioso- de Shena una joven cuyos progenitores han sido deportados a la India y que tras acabar sus estudios consigue un puesto de trabajo en una consultoría de Milwaukee, ciudad a la que tiene que trasladarse y en la que iniciará una relación sentimental con Marina.

Esta oda queer a la (maravillosa) imperfección del ser humano se alza como un antídoto potente y eficaz contra todos los puristas morales de salón que desde sus redes sociales nos aleccionan día tras día. Sarah Thankam Mathews -maestra absoluta en el arte del diálogo (¡y solo acaba de comenzar!)- ha conseguido dar forma a una novela que ruge a través de la voz de una mujer valiente y decidida que quiere articular su vida sin manual de instrucciones. Equivocándose, sin miedo a las incoherencias y volviendo a errar. En definitiva, viviendo.


The Kingdom of Sand de Andrew Holleran

4.

«The kingdom of sand» de Andrew Holleran

(Jonathan Cape, 2022)

44 años después de escribir su primer libro, «El danzarín y la danza» («Dancer from the dance», 1978; Editorial Argos Vergara, 1981) que según Edmund White podría considerarse como la novela gay Americana más importante de la década de los 70, y tras su última obra publicada en 2006 («Grief»), Andrew Holleran rompe su silencio, con setenta y ocho años, componiendo una descomunal balada sobre la vejez, la muerte y la oscuridad a la que irremediablemente aboca el paso del tiempo. Una canción para hombres grandes (que diría el escritor Rafa Cervera) que se construye sobre un ritmo sincopado (el ocaso de un hombre gay mayor ubicado en alguna localidad indeterminada de Florida) mientras desliza la melodía de una Norteamérica crepuscular con las calles vacías y solitarias porque todos permanecen absortos frente a las pantallas en el interior de sus casas.

Si en «El danzarín y la danza» Andrew Holleran capturaba todo la efervescencia sexual del Nueva York de la era pre-SIDA, en «The kingdom of sand» atrapa con una cadencia, triste y hermosa, la insignificante vida de un viejo homosexual que asiste a la desaparición agónica de los sitios de cruising, reflexiona sobre el kodokushi (el fenómeno en boga -más alla de Japón, ya- de la muerte solitaria de las personas en su casa sin que nadie lo perciba hasta pasados unos días) o deambula entre pizzerías que le recuerdan a los cuadros de Edward Hopper.

Una de las principales críticas negativas -repetida insistentemente- que ha recibido «The kingdom of sand» refiere a la poca acción de la novela. No pasa nada, dicen. Al contrario: pasa todo. Y Andrew Holleran nos lo muestra como solo los grandes escritores saben hacerlo.


A minor chorus de Billy-Ray Belcourt

3.

«A minor chorus» de Billy-Ray Belcourt

(Hamish Hamilton, 2022)

El primer libro en prosa de Billy-Ray Belcourt (un joven poeta queer originario de la nación Driftpile Cree, una de las Primeras Naciones de indígenas canadienses) es un delicado, preciso y precioso empeño de palpar la urdimbre emocional de una comunidad ignorada. Un intento sagaz y creativamente sobrecogedor de dinamitar las narrativas normativas y dominantes (incluso las que remiten al discurso queer imperante). En «A minor chorus» el protagonista -sin nombre- abandona su tesis doctoral (la academia también despliega sus tentáculos opresores) para regresar a Nothern Alberta y entrevistar, envuelto de bosques boreales, a personas de su comunidad indígena preparando una novela que viene rondándole desde hace tiempo. De hecho, la valentía de Billy-Ray Belcourt en explorar y ampliar las fronteras del arte (el reguero creativo que se va formando dentro de la novela con las vivencias de Michael, Graham o Jack) es un gran quiebro a las constricciones literarias canónicas.

Enmarcado durante el transcurso de pocos días y amalgamando Grindr, las punzadas del colonialismo, la definición del amor y los cimientos de la amistad, el escritor canadiense enhebra un impactante relato sobre las aspiraciones inalcanzables de un puñado de personas sistemáticamente silenciadas que alzan su voz y cuelan su lucha de supervivencia entre los párrafos de «A minor chorus».


Manhunt de Gretchen Felker-Martin

2.

«Manhunt» de Gretchen Felker-Martin

(Tor Nightfire, 2022)

El terror era (es) esto. Mujeres cis refiriéndose a mujeres trans como hombres disfrazados. Niveles de estrógenos rigiendo un mundo post apocalíptico donde hordas de terfas y facciones desalmadas denominadas «Caballeros de J.K. Rowling» están al acecho para acabar contigo. Las aventuras y desdichas de Beth, Fran y Robbie son, quizá, la mejor reflexión sobre género que puedas leer en 2022. Participando de sus miedos, sintiendo en sus carnes el horror y deambulado en su compañía por una tierra devastada empatizamos -más aún- con quienes sufren la transfobia diariamente.

Para sobrevivir en el universo despiadado que brota de la deslumbrante mente de Gretchen Felker-Martin hay que cortar testículos. Literalmente. «Manhunt» no es una novela para miradas estrechas ni para estómagos flojos. Con elementos de casquería, especias de novelas pulp y aromas del mejor giallo, la escritora norteamericana prepara un menú suculento, sangriento y sabroso que ha desmontado -a pesar de la brutal campaña de review bombing que ha tenido que soportar- todos los tenderetes bienpensantes del mundo editorial y la crítica heteronormativa. Como una suerte de reverso tenebroso y sutil de «Y: el último hombre» de Brian K. Vaughan y Pia Guerra (DC Black Label, 2019-2021), «Manhunt» es una descarga necesaria de agudeza argumental e insolencia refrescante.


Greenland de David Santos Donaldson

1.

«Greenland» de David Santos Donaldson

(Amistad Press, 2022)

Algunas personas conciben la literatura, el frenesí por contar historias, como una manera de propiciar un diálogo extenso y dilatado. Ven en el arte de narrar la posibilidad de generar una larga y grata conversación que perdurará a través del espacio y del tiempo y a la que siempre se irán uniendo futuros lectores. Hace 112 años, el gran escritor inglés E.M. Forster nos interpeló en «Howards End» con unas palabras que han viajado por la historia (han visto dos Guerras Mundiales) empujando a quien quisiera escucharlas a tomar una determinación que podría reformular sus vidas: «Only connect!». Solo eso: conecta la cabeza y el corazón, la prosa y la pasión, los pensamientos y los sentimientos.

Alegrémonos de que David Santos Donaldson, escritor y dramaturgo originario de Nasáu (Bahamas), no solo considerara escucharlas. Sino que, en una ingente tarea metaliteraria, quisiese también alimentar la plática -en su ópera prima- pariendo uno de los libros más ambiciosos (con permiso de «Los profetas» de Robert Jones Jr.) de los últimos años. La cantidad de ideas, temas, reflexiones, referencias y derivadas que se entonan en sus más de 300 páginas es tan vasta y consistente que «Greenland» aplasta las barreras entre ficción, ensayo, biografía y manual histórico-filosófico.

Kipling Starling, un joven escritor negro criado en Inglaterra por unos padres caribeños de clase media que no digieren bien la homosexualidad de su hijo, llega a Nueva York con el propósito de estudiar escritura creativa. Kip está intentando escribir una novela sobre el romance que en la segunda década del siglo XX vivió en Egipto mientras desempeñaba sus tareas de inspector de hospitales de la Cruz Roja en Alejandría el novelista inglés E. M. Forster. El autor de «Maurice» protagonizó una hermosa (y trágica) relación con un conductor de tranvía de 17 años, Mohammed el Adl, a quien (existen infinidad de cartas testimoniales atestiguándolo) el escritor consideró su primer amor. Por un requiebro del destino la novela puede ser publicada en un sello importante pero solo si en un plazo corto de pocas semanas se reescribe desde el punto de vista de Mohammed. Ya hay mercado para las historias contadas por los olvidados. Kip, que no está en su mejor momento con su pareja (un hombre blanco mayor que él), se encierra en su sótano para rehacer el texto.

Así pues, todo parece indicar que estamos ante otra novela más sobre un escritor que está escribiendo una novela, en este caso, sobre un novelista. Pero si nos quitamos las gafas de cerca y observamos en su totalidad el paisaje que nos regala David Santos Donaldson en «Greenland», la vista es de una originalidad y complejidad abrumadora. Cuesta encontrar algo parecido. No solo por la intersección de vectores temáticos -colonialismo, racismo, clasismo, homofobia, mercantilización del discurso de los oprimidos, asimilacionismo…- sino por la manera formal, a modo de transparencias que se van apilando y en una suerte de vasos comunicantes del oprobio, con la que David Santos Donaldson conquista un fértil territorio de cruces narrativos y acantilados emocionales.

Y sí, Groenlandia (Greenland) aparece en la novela. ¿Cómo? Only connect!

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